miércoles, 21 de marzo de 2012

La estandarización

Existe la tendencia a la estandarización. Parece que si todos "somos iguales" es mejor. Las leyes tienden a ello. Los políticos (en su gran mayoría) también lo potencian.

Se busca la "normalización" de todos los ciudadanos.

Tienes que pensar de determinada manera. Aceptar una única bandera. Una lengua unificadora. Tienes que actuar de una forma concreta. Ya decidida de antemano. Debes decir SÍ a aquellos decretos o leyes que unos pocos establecen.

Ésta es una manera que conduce al exterminio. No, no digo que que sea una forma de aniquilación física. Pero sí a la aniquilación intelectual.

Debo reconocer que no siempre digiero aquellas formas de pensar muy distantes a la mía. Reconozco que, a veces, me cuesta asumir otras líneas de pensamiento y actuación… pero debo aceptarlas como parte de nuestra diversidad.

Sí, la diversidad enriquece. La diversidad enseña.

Preguntaban a unos científicos si el mundo podría existir sin la basura. Sin las enfermedades. Sin las bacterias nocivas. La respuesta era muy clara; NO.

Para que hayan personas sanas deben existir aquellos agentes contaminantes (virus, bacterias…) que pueden contagiarnos enfermedades. Precisamente ello prepara nuestro organismo a defenderse ante esos ataques.

Ahora sabemos que es bueno estar rodeados de cosas malas. Nos hace mejores y más fuertes.

Quizás sea una respuesta a la estandarización de la que hablaba.

Es bueno que la sociedad esté formada por una gran variedad de individuos distintos. Con capacidades diferentes. Con culturas variadas. Con maneras de hacer y de pensar diversas.

Nuestras "discapacidades" son una forma de hacernos más fuertes ante las dificultades. Más capaces. Mejores luchadores.

Definitivamente no quiero ser un clon. Me niego a ser estándar.

¡Vivan los "patitos feos"!

Martí Ballada

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