viernes, 2 de marzo de 2012

"Perdoneu, però algú ho havia de dir" (Perdonad, pero alguien lo tenía que decir)

No, la verdad es que hay muchas cosas que no me gustan. Muchas. Sí, también, afortunadamente, también las hay que me gustan. Pero para ser sinceros de éstas últimas hay muy pocas y de las primeras muchas. Muchas.
No me gusta lo que está sucediendo en Siria. No me gusta que nadie le ponga freno. Tampoco lo que sucede en otros países.
Pero para no irme tan lejos diré que tampoco me gusta la represión policial que hace unos días hubo con los estudiantes en Valencia y que nadie dimitió ni fue dimitido por esa represión brutal. Como si manifestarse no fuera un derecho. Claro que lo es. Otros pensarán que es lícito manifestarse pero que romper cristales no lo es. En eso estaríamos de acuerdo, pero habría que analizar entonces muchas cosas. Muchas acciones. Muchas actuaciones. ¿Quiénes y cómo se manipulan esas acciones? ¿Quienes utilizaron la fuerza antes?… etc.
Las imágenes suelen explicar muchas preguntas. Por más que me esfuerce no puedo entender ni aprobar (si que condenar) la imagen del policía protegido y armado con una porra persiguiendo a una mujer asustada que en su huída recibe porrazos a doquier.
No puedo entender que nuestros gobiernos sólo sepan "recortar" gastos y no tengan ni una pizca de creatividad para incentivar un crecimiento dinámico y sostenible. Ni el valor de enfrentarse a las entidades financieras para hacerles modificar sus leyes que rayan la usurería.
Que cambiar de compañía telefónica suponga una peligrosa aventura económica y dolores de cabeza que duran días y días. Que debas esperar semanas para realizar una prueba médica importante o meses para una intervención importante. El ciudadano está cada día más desprotegido. Más acosado. Más reprimido. Que las empresas deban esperar (en el mejor de los casos) muchos meses antes de cobrar sus facturas y que sean las propias administraciones del Estado quienes son los más morosos.

Así no podemos ir bien. Así vamos a la bancarrota.

Analizar estas situaciones pueden parecer la pérdida de algo que ya parece que no tiene valor; la ÉTICA.

Para mí es peor, es la pérdida de DERECHOS.

"Perdonar, pero alguien lo tenía que decir".

Martí Ballada 

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